La palabra sostenible, ha tomado fuerza en los últimos años, tan es así que es raro no escucharla aparejada a cualquier objeto que ahorre energía, o que no contamine… pero apenas se emplea como un concepto que engloba y que depende de varios factores, como el social, económico y el ambiental.
Así pues bajo el concepto de sostenibilidad surgen corrientes como la Permacultura que es una filosofía de vida que busca crear comunidades productivas y cohesionadas. Basada en el diseño de asentamientos sostenibles, en los que se hace buen uso de las plantas, el suelo el agua y los animales. Con ese “buen hacer” de la permacultura, así como con los principios que se predican (cuidar la tierra, reparto equitativo de los recursos...).
Verdad es que se podría decir, que es bastante sostenible, pero si dentro de esta sostenibilidad lo miramos desde otras perspectivas y factores dependientes de esta, como son el factor económico y social, habría que replantearse si este tipo de vida bucólica es viable, ya que si consideramos la sostenibilidad como algo formado por factores sociales económicos y sociales, tendremos que entender que el decantarnos por alguno de ellos desequilibra la balanza perdiendo aquello por lo que es sostenible.
via: holistika.net
Estoy de acuerdo con aquello de que ser radicales no es bueno,es decir nuestro único objetivo no puede ser vivir en poblaciones agrícolas que hagan buen uso de las plantas y la tierra, considero que las personas tenemos más inquietudes que vivir para siempre en un asentamiento "sostenible", y es en ese momento en el que vivir de esta manera limita otros aspectos del ser humano cuando deja de ser sostenible.
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