Sus formas imitan las dunas de arena del desierto del Gobi.
Ha sido diseñado por el estudio de arquitectura MAD.
El elemento más llamativo es la fachada ondulada realizada con persianas metálicas. Está pensada para facilitar la iluminación y climatización pasiva del interior del edificio.
El museo cuenta con dos entradas en el este y oeste que crean un flujo continuo de aire del exterior al interior.
Las persianas están separadas de la estructura, lo que permite el paso de la luz indirecta, pero evita la luz del sol directa que calentaría en exceso el edificio. También permiten la ventilación natural.
Los techos y las paredes interiores tienen numerosas espacios abiertos de cristal, permitiendo el paso de una gran cantidad de luz.
Un gran ejemplo de arquitectura bioclimática para usos culturales.
Artículo de: http://www.medioambiente.org
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