Se ha inaugurado en Hamburgo (Alemania) un edificio denominado BIQ.
El novedoso proyecto tiene una fachada cubierta de algas, capaz de satisfacer sus necesidades energéticas, y se utilizará para probar la producción de energía renovable en un entorno totalmente urbano.
Las empresas Arup, SSC y Splitterwerk han diseñado y construido este edificio para la Exposición Internacional de la Construcción que se celebra actualmente en Hamburgo.
Arup cree que los próximos cincuenta años transformarán radicalmente la construcción de edificios al incorporar algas en las fachadas, pinturas fotovoltaicas o granjas verticales manejadas por robots; con la finalidad de alimentar a la población de las ciudades y reducir el consumo de energía externa.
Su visión de futuro ve los edificios de las ciudades como algo capaz de responder y adaptarse a las condiciones del entorno, como cualquier organismo vivo.
Este proyecto es un primer paso de esa nueva forma de entender la arquitectura y todos los avances mencionados están actualmente en diferentes fases de desarrollo.
Los biorreactores de la fachada producen biomasa que puede ser utilizada como combustible para generar energía.
Las algas, como cualquier ser vivo, también capturan y retienen la energía del sol que puede ser utilizada directamente para mantener la temperatura del edificio o para calentar el agua que se utilice en él.
El edificio tiene 129 biorreactores de fibra de vidrio, cada uno de ellos de unas dimensiones de 2,5 por 0,7 metros. Todos los biorreactores están controlados de forma automática.
Otra de las ventajas de esta pared vegetal es que mejora el aislamiento térmico y acústico del edificio.
El edificio será inaugurado oficialmente a finales de este mes.
Se estima que para el año 2050 la población será de 9.000 millones de personas y el 75% vivirá en ciudades. Si queremos conservar el nivel de vida actual ideas como estas serán muy necesarias.
Via: www.arup.com/
Arup cree que los próximos cincuenta años transformarán radicalmente la construcción de edificios al incorporar algas en las fachadas, pinturas fotovoltaicas o granjas verticales manejadas por robots; con la finalidad de alimentar a la población de las ciudades y reducir el consumo de energía externa.
Su visión de futuro ve los edificios de las ciudades como algo capaz de responder y adaptarse a las condiciones del entorno, como cualquier organismo vivo.
Este proyecto es un primer paso de esa nueva forma de entender la arquitectura y todos los avances mencionados están actualmente en diferentes fases de desarrollo.
Los biorreactores de la fachada producen biomasa que puede ser utilizada como combustible para generar energía.
Las algas, como cualquier ser vivo, también capturan y retienen la energía del sol que puede ser utilizada directamente para mantener la temperatura del edificio o para calentar el agua que se utilice en él.
El edificio tiene 129 biorreactores de fibra de vidrio, cada uno de ellos de unas dimensiones de 2,5 por 0,7 metros. Todos los biorreactores están controlados de forma automática.
Otra de las ventajas de esta pared vegetal es que mejora el aislamiento térmico y acústico del edificio.
El edificio será inaugurado oficialmente a finales de este mes.
Se estima que para el año 2050 la población será de 9.000 millones de personas y el 75% vivirá en ciudades. Si queremos conservar el nivel de vida actual ideas como estas serán muy necesarias.
Via: www.arup.com/
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