El sistema de valoración medioambiental es de código abierto y cuantifica el impacto de los edificios sobre la salud humana y sobre la Tierra.
Al comprar una vivienda, uno se acostumbra a fijar en el precio de la hipoteca y en los metros cuadrados que tenga, en si tiene terraza con barbacoa y piscina, una azotea soleada, aire acondicionado, calefacción y buenas vistas. Pero los promotores no suelen informar sobre la radioactividad ni sobre el número de Bequerelios por metro cúbico que se concentran en el hogar. Tampoco se indican los kilovatios por metro cuadrado que consume la edificación, ni si hay amianto y plomo en los materiales de construcción, la calidad del agua potable ni la capacidad del inmueble para producir energías renovables.
El Ecómetro
Para que, además de contar el número de baños y aseos, se calculen también los impactos que, sobre la salud humana y la Tierra, un habitáculo genera, Satélite Arquitectura (SATT) ha desarrollado el Ecómetro: un sistema de valoración medioambiental con el que cuantificar cuán ecológico ha sido el proceso de diseño y construcción de un edificio.
“Nosotros siempre decimos que ningún proyecto es ecológico, sino que participa en mayor o en menor medida en la ecología –declara Iñaki Alonso, socio fundador de SATT –. El mero hecho de construir ya genera impactos sobre el medioambiente, así que nunca podremos decir que una construcción sea 100% ecológica. Lo que podemos hacer es elaborar proyectos con más cuidado para reducir este impacto.”
Edificios ecológicos
Su estudio de arquitectura nació hace 10 años con esta filosofía. Como ejemplo, el eco-arquitecto destaca uno de sus últimos proyectos: “Es una vivienda unifamiliar en Ures, Guadalajara, con una parte para caballerizas donde se realizan actividades turísticas.” Prácticamente todos los materiales utilizados son ecológicos, libres de isocianatos, una sustancia clasificada como cancerígena por la Comunidad Alemana de Investigación (Deutsche Forschungsgemeinschaft, DFG). “Para el aislamiento hemos utilizado cáñamo, corcho aglomerado y una cubierta vegetal. Además, energéticamente, la casa es autosuficiente: produce energía fotovoltaica y recicla el 100% del agua a través de sistemas de filtros biológicos y plantas macrófitas.” Y, por si fuera poco… “Está bastante bien integrada en el entorno.”
Seguramente, sacaría una buena puntuación en el Ecómetro, pero con ello no ganaría ninguna eco-medalla de oro. “No se trata de conseguir más puntos para que te den una subvención o para vender –advierte Alonso –. Simplemente, es una declaración ambiental del edificio a partir de parámetros cuantificables.”
via: -alvarez-mongay.
Muy buen post :=))
ResponderEliminarHola¡ Nos ha hecho mucha ilusión ver publicado el post sobre el ecómetro¡.
ResponderEliminarLa próxima semana saldrá el post sobre la sesión que tuvimos ayer de "Ecología a Debate" > Biodiversidad en medio urbano.
Nos encantaría saber vuetsra opinion con respecto a este tema¡
Como plataforma multidisciplinar tendréis mucho que aportar¡